Una auténtica locura ¿verdad? El título ya parece una broma, pero lo ha comentado alguien que no suele decir demasiadas estupideces y que conoce bien la industria. De hecho, fue la misma persona que me comunicó que Linus Torvalds volvería tras su cese temporal al mando de Linux en la versión Linux 4.20 y así fue. Justo tras anunciar la versión 4.19 del kernel, Torvalds tomó de nuevo el control de su proyecto. Me estoy refiriendo a Steven J. Vaughan-Nichols, para quienes no lo conozcan…
Y ahora se ha atrevido con algo tan fuerte como esta noticia. ¿Acertará nuevamente? Lo cierto es que sea cierto o no, esta noticia les gustaría a muchos al igual que alarmaría a otros tantos. Pero que el próximo Windows 11 esté basado en el kernel Linux en vez de en el kernel Windows NT de Microsoft, sería una noticia mucho más impactante que la de Richard Stallman dando un discurso en la sede de Microsoft.
Steven se basa en que los numerosos problemas de Windows 10 en el que van a disgusto casi por actualización tienen un problema de base complicado de resolver. Los numerosos releases de Windows 10 han traído desde problemas que evitan que ciertos equipos arranquen, otras actualizaciones que dejan la conexión WiFi inservible, otra que eliminaba archivos sin tu consentimiento de ciertas carpetas, y un largo etc., que no parece cesar.
Ayer al conocer esta noticia bromeaba con un amigo sobre si Linux vendrá a corregir los problemas de Microsoft Windows o si Microsoft llegará para estropear a Linux. Pero fuera de bromas, vamos a lo que ha comentado Steven para hacer esa suposición. Él piensa que ante problemas tan graves como los que tiene Windows 10, quizás sea necesario tomar medidas desesperadas. ¿Esto sería bueno para el mundo Linux? Yo sinceramente lo dudo, y preferiría que todo siga como está, porque podría llevarse por delante a muchos proyectos de distros…
Steven ha jugado con esta idea desde hace muchos años, pero ahora parece que se la está tomando más en serio debido a los últimos acontecimientos. Para los usuarios no habría cambio alguno, el próximo Windows no tendría cambios, excepto que el kernel que lo mueve todo sería Linux y no NT. Eso significaría todo el software nativo funcionando sobre Linux. Pero personalmente veo varios problemas a esto, por un lado que es probable que no haya ese tal Windows 11 debido a la política actual de actualizaciones como un rolling-release de Microsoft.
Por otro lado, que portar todo el software para funcionar sobre Linux sería un esfuerzo brutal. Aunque para eso, dice Steven que ya hay proyectos muy avanzados. Se basa en que WSL (Windows Subsystem Linux) ya está ahí, y también proyectos como Wine y otras implementaciones como la de CrossOver y Valve Proton para Steam. Eso ya cuenta con gran cantidad de llamadas al sistema o syscalls “traducidas” para funcionar sobre Linux.
Actualmente, proyectos como los citados no funcionan del todo finos porque Microsoft tiene el código cerrado de su API y no cuentan con funcionalidad plena. Pero si Microsoft aportase lo que le falta a la maquinaria como Wine, tendría lo necesario para “engrasarla” y que el software nativo funcionase a las mil maravillas. Esto por otro lado podría ser beneficioso colateralmente con GNU/Linux debido a lo que aportaría, pero también destructivo si logra captar la atención de los usuarios que ahora ejecutan alguna distro GNU/Linux.
Sea como sea, esto no es un hecho actualmente. Y aunque Linux sea el más usado en la plataforma de Microsoft Azure, y aunque hayan abierto mucho código, lanzado algunas herramientas para Linux, comprado GitHub, aportado código al kernel Linux, e incluso sean miembros de la Linux Foundation, no estoy seguro si el futuro va por ahí o más bien el futuro está en la nube…
Fuente: www.linuxadictos.com
Fuente: www.linuxadictos.com
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